Principal

Diario YA


 

dictarle el nuevo gobierno que debe formar en el que, el propio Pablo Iglesias, se auto-atribuye el cargo de vicepresidente

Fuera caretas: Pablo Iglesias impone, no pide

“Es una paradoja que todos los dictadores hayan subido al poder por la escalera de la libertad de expresión. Inmediatamente después de alcanzar el poder cada dictador suprimió la libertad de expresión a todos excepto la suya propia” Herbert Hoover

Miguel Massanet Bosch. Es evidente señores que cuando uno se cree disponer de todos los datos para emitir una opinión se está olvidando de algo importante: los imponderables de la política y los recursos de los que algunas personas disponen para hacer frente a las situaciones más adversas y complicadas con las que tiene que apechugar.

Cuando muchos ya dábamos por sentado que, el señor Rajoy, había jugado y perdido su última carta, aparece el gallego que lleva dentro y nos sorprende con un golpe de efecto digno del mejor jugador de ajedrez capaz de arriesgar, en una sola jugada magistral, el resultado de la partida. Puede que, finalmente, no le de resultado, puede, incluso, que tenga que conformarse con formar parte de un Parlamento en el que esté rodeado de adversarios dispuestos a no dejarle levantar cabeza o pudiera suceder también que, su órdago, tuviese éxito y consiguiera, al menos, evitar lo que para España y los españoles constituiría, con toda seguridad, el peor acontecimiento de su historia: la conjunción de los extremistas de las izquierdas, personificado por este dictador en ciernes que es el señor Iglesias de Podemos, con los socialistas de P. Sánchez ,dispuestos a vender su herencia de moderación, de modos de centro-izquierda y de un socialismo alejado del leninismo, para echarse en brazos del comunismo bolivariano de los seguidores de Maduro, que han sido capaces de, antes de que el mismo Sánchez haya acabado de ceder a sus exigencias, atribuirse el protagonismo, reírse de él y, por si fuera poco, dictarle el nuevo gobierno que debe formar en el que, el propio Pablo Iglesias, se auto-atribuye el cargo de vicepresidente y ha reclamado para su grupo nada menos que cinco ministerios de los más importantes como el de Economía, Defensa ( ya dispone de un general de cuatro estrellas para el cargo), Interior, Educación, Justicia, Servicios Sociales y una nueva cartera de “Plurinacionalidad” ( seguramente anticonstitucional) y, no se pierdan el detalle, que delata cuales van a ser sus pasos posteriores: el control de la Radio Televisión Española.

Para asegurarse una posición de fuerza ha ofrecido a Garzón, de IU (un millón de votos), y ha sido aceptado por el interesado, el ocupar un cargo en el nuevo gobierno que intenta crear. Ya no le pide a Sánchez que le ceda un puesto a su lado, por el contrario, le invita a formar parte de la agrupación que él ha decidido que ha de controlar España. El hecho de que, con sorna y de forma jocosa se haya referido a Pedro Sánchez (alguien ya los han calificado de “los Picapiedras”), con condescendencia, en el sentido de que, para él, el socialista debe de estar satisfecho con “la sonrisa del destino” que le ha permitido poder alcanzar el puesto de presidente del gobierno. Parece, no obstante, que P.Sánchez no quiere renunciar a la ventaja que le daría el que Rajoy se sometiera a la humillación de que, el resto de la Cámara, votase en su contra y, en consecuencia, ha reaccionado abruptamente insistiendo en que: “no van a emprender negociaciones con otras fuerzas políticas, para intentar fraguar una alternativa de Gobierno estable, hasta que el PP presente un candidato en el Congreso de los Diputados para ser investido, ya sea Mariano Rajoy o cualquier otro dirigente popular”. Han pretendido entrar en disquisiciones sobre la legalidad u oportunidad de la decisión de los populares, lo que demuestra que no saben como reaccionar para evitar el considerable efecto que ha tenido sobre los españoles la jugada de don Mariano. Lo que ocurre es que, la postura de “tu primero” y “no, tu primero”, puede eternizarse como es el caso de los niños cuando empiezan con esta clase de niñerías.

El Rey en un momento determinado puede decidirse a declarar que no hay forma humana de que se pueda constituir un gobierno estable, dada la postura obstructiva de los partidos que pueden aspirar a gobernar y, en vista de ello, se deba acudir a unas nuevas votaciones, la opción que parece menos querida por el pueblo español pero que, vista las posiciones irreductibles de los posibles aspirantes, en especial del señor Sánchez, empeñado en poner líneas rojas a tratar con Rajoy algo que, incluso los barones de su partido, han empezado a reprocharle, reproche que adquiere características de rebelión en el momento en que, el pícaro de Iglesias, les echó la caballería encima mientras ofrecía, con la otra mano, colaborar en el nuevo gobierno. Parece que, en el PSOE, aparte de la cuadrilla de extremistas que estarían dispuestos a dejarse cortar un brazo ante que hablar con Rajoy; hay una importante representación, en especial dentro de la vieja guardia, que piensan que, esto de pactar con Podemos no es una buena idea, conscientes de que, el señor Iglesias y sus comunistas bolivarianos, lo que vienen planeando es participar en el gobierno, introducir a sus peones en los órganos de administración del Estado para, una vez ocupados los puestos claves, proceder a ir expulsando a quienes no quieran someterse a su autoridad, entre los cuales, es evidente que se encuentran estos socialistas, en capa caída, perdedores de las elecciones, que se han creído que iban a hacerse con el poder, sin contar con el hecho de que, los seguidores de Maduro, han empezado a actuar en España para intentar convertirla en un clon de la actual Venezuela, bajo la dictadura chavista del dictador que los protege y financia, junto a las ayudas que van recibiendo de Irán.

España convertida en la cabeza de puente del chavismo comunista bolivariano, sería el trampolín para que, desde ella, comenzar la labor de desestabilización del resto de Europa. Claro que esto son sus planes que no cuentan con la posibilidad de que, la CE, tenga otros proyectos para evitar el asalto, entre los cuales estaría el asfixiar económicamente a nuestra nación para obligar, como le sucedió al señor Tsipras de Grecia, a retroceder y deshacer todo lo hecho. En el año 1934, Stalin y su KGB, con los famosos Frentes Populares, intentaron lo mismo con un cierto éxito en algunos países europeos, entre ellos Francia. Vean por donde fue Hitler, el masacrador de judíos, quien detuvo el progreso de los planes del comunismo invasivo de la Rusia soviética, ayudado más tarde por el estallido de la llamada II Guerra Mundial, en el 1939 No se si es ya tarde, ni tengo idea de si Rajoy va a conseguir llevar adelante su nuevo plan.

Pero de lo que sí estoy convencido es de que, lo peor que le puede ocurrir a España y a su pueblo es que, a estas etapas de la Historia, retrocedamos a una situación semejante a la de otros tiempos de discordias, enfrentamientos entre unos y otros, reproducción de odios latentes, que ya debieron ser pasto del olvido y, en aras a una ideas equivocadas e imposibles de realizar en una Europa del Siglo XXI, que nos venden unos mercaderes de utopías y que han sido capaces de llevar a Venezuela a la miseria y a la dictadura; intentando que renunciemos a aquello que está en nuestras manos alcanzar sólo con perseverar en nuestra coordinación con Europa, seguir trabajando en pro de nuestra recuperación y mantener el ritmo de creación de empleo que ya hace muchos meses que ha conseguido alterar su tendencia negativa, de modo que se han venido produciendo un promedio de 1500 nuevos empleos diarios; un signo evidente de que estamos en el buen camino para recobrar, en un tiempo prudencial ( no existen fórmulas milagrosas para sanar en un momento los daños de una crisis de ocho años de duración), al menos en parte, un nivel de vida que nos permita a todos vivir dignamente y en paz. Lo contrario sería embarcarnos en una aventura loca predestinada, desde el primer momento, a fracasar y a volvernos a llevar a aquella situación de quiebra en la que nos encontrábamos el mes de noviembre del año 2011.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, tenemos la inquietante sensación de que, de los sucesos que tengan lugar en los próximos días va a depender de que sigamos la senda de la sensatez y el sentido común o nos volvamos a embarcar en aquella travesía de insensatez y desconcierto a la que nos quieren llevar aquellos que no quieren más que cumplir con su misión de llevar a España a una situación semejante a aquella en la que tuvimos que pagar el peaje de más de medio millón de muertos.

Etiquetas:Miguel Massanet BoschPablo Iglesias