Principal

Diario YA


 

Editorial: "Dodotis gratis, ya"

Algunos lectores con poco sentido del humor nos reprochaban ayer haber puesto una fotografía de un pañal ilustrando la noticia sobre la súbita micción que el aguerrido gudari Aitzol Iriondo protagonizó en Francia, al ser detenido por la Policía. Pero nuestra intención, además de ironizar sobre el presunto valor del que han presumido siempre los “libertadores” de Vascongadas, era mucho más de fondo que de forma: a nosotros nos parece que los pistoleros deberían ir más protegidos a partir de ahora.

En España, los agentes de la policía saben que no pueden propasarse en la detención de un maleante porque muchos jueces tienen la fea costumbre (“muy respetable”, diría un giliprogre) de ayudar siempre al malo y casi nunca al bueno. Y como ya ha habido algunos asesinos que se han quejado de que se les condujo a comisaría con excesiva brusquedad, y acabaron con una costilla rota, ahora nuestros agentes prefieren ser cuidadosos y proteger así sus empleos. Cosa lógica.

En cambio, en Francia gobierna “el fascista de Sarkozy”, según dicen muchos zarrapastrosos, y sus policías son…, digamos, menos considerados con la integridad física de los asesinos terroristas. Y claro, encontrarse de frente con un gendarme de dos metros de altura después de que tu pistola haya fallado cuando le apuntabas a la cabeza, debe de ser, en efecto, como para tener que ir al baño urgentemente. Y en ausencia de mingitorio, el pantalón siempre es una solución.

Lástima que, de esa forma, el prestigio de ETA y de sus valerosos “soldados de la libertad” (poco menos que legionarios eran…) haya quedado seriamente dañado. De ahí que este diario, que no tiene la menor simpatía hacia los asesinos etarras pero sí una cierta vocación de servicio público, quisiera ayer aportar ideas imaginativas para ayudar a los pistoleros a mantener lo más seca posible su anatomía en momentos tan cruciales como el que le tocó vivir al valiente de Iriondo José, o como se llame.

Una organización cuyos pasos son observados por todos los malos del planeta, y que exporta sus métodos mafiosos a otros países, no puede permitirse escenas tan poco edificantes como que aparezca un charquito amarillento bajo las fornidas piernas de un audaz gudari vasco. Eso nunca. Por tanto, pañales gratis ya para todo el que esté expuesto a un gendarme de Sarkozy. Hombre, por favor.

Miércoles, 10 de diciembre de 2008.

Etiquetas:editorial